El exjugador Benjamín Vidal ofrece un relato sincero y profundo sobre un capítulo determinante de su carrera en una conversación con En Cancha. Durante la plática, el exdefensor rememora su llegada a Universidad Católica en 2017, ofreciéndole una oportunidad inesperada en medio de un buen rendimiento futbolístico, aunque ya lidiaba con una lesión complicada que desde el primer día condicionó su desempeño. Al integrarse al equipo, Vidal se enfrentó a numerosos desafíos: una recuperación urgente en la clínica, la necesidad de adaptarse rápidamente al grupo y demostrar su esencia ante el técnico, lo que a la postre le llevó de vuelta a Palestino tras un periodo difícil.
El relato adquiere otro matiz dramático al hablar del suceso ocurrido en marzo de 2019, cuando protagonizó un grave accidente vehicular. Asegura que, pese a haber consumido un par de copas, no se encontraba en estado de ebriedad, sino que la fatiga lo venció tras un día agotador, provocándole quedarse dormido al volante justo antes de una curva. El impacto, ocurrido alrededor de las 11 de la noche, fue tan intenso que sus palabras confirman: ‘El choque fue gravísimo’ y reconoce que el cinturón de seguridad fue determinante para salvarle la vida, ya que el vehículo quedó severamente dañado mientras él se encontró inmovilizado al volante.
El incidente no solo le costó la licencia por dos años, sino que también le dejó una lección imperecedera sobre la importancia de no repetir los mismos errores: si va a tomar, jamás debe conducir. A pesar de la magnitud del choque, Vidal señala que los efectos físicos fueron mínimos, limitándose a un moretón en el brazo por el cinturón, permitiéndole incluso retomar entrenamientos al día siguiente. Por su parte, Universidad Católica mostró un manejo institucional impecable, convocando reuniones para conocer su estado de salud y ordenar la información, demostrando así el cuidado de la imagen del club.
El exdefensor concluye que, pese a las adversidades vividas, no se arrepiente de haber asumido el reto en la UC, pues cada experiencia, tanto en el campo como fuera de él, le permitió crecer personal y profesionalmente. Los episodios de su vida, en particular el accidente, le han enseñado a valorar la responsabilidad y a seguir avanzando sin mirar atrás.
Autor: Jorge Rojas